Una Solución para Reducir el Desperdicio de Alimentos
- Andrés Higuera
- 13 oct 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 19 nov 2024

El desperdicio de alimentos es un problema global que impacta tanto al medio ambiente como a la economía. Para abordarlo, la industria de alimentos ha adoptado tecnologías innovadoras que permiten prolongar la vida útil de los productos frescos. Una de estas soluciones es el uso de bolsas de atmósfera modificada (MAP, por sus siglas en inglés), las cuales han demostrado ser efectivas para la conservación de alimentos durante el almacenamiento y transporte.

¿Qué es una Bolsa de Atmósfera Modificada?
Las bolsas de atmósfera modificada son empaques especiales que contienen una mezcla de gases ajustada para prolongar la frescura de los alimentos. Esta tecnología se basa en modificar la composición del aire en el interior de la bolsa, reduciendo o aumentando los niveles de oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno según el tipo de alimento. Así, se ralentizan los procesos de descomposición y oxidación, lo que ayuda a mantener las propiedades del producto por más tiempo.
¿Cómo Funcionan?
En la atmósfera normal, el oxígeno promueve la respiración y el crecimiento de bacterias en alimentos frescos, lo que contribuye a su deterioro. Las bolsas de atmósfera modificada reducen los niveles de oxígeno e incrementan el dióxido de carbono para frenar el crecimiento microbiano. Por ejemplo, en frutas y verduras, se reduce la velocidad de respiración, lo que evita la maduración acelerada y mantiene la textura, color y sabor del producto.
Beneficios en la Conservación y Transporte de Alimentos
Prolongación de la Vida Útil: Los alimentos pueden mantenerse frescos durante un periodo más prolongado, lo que reduce el desperdicio tanto en el punto de venta como en los hogares.
Reducción de Pérdidas Postcosecha: La atmósfera modificada permite que los productos se transporten desde el lugar de cosecha hasta los supermercados sin deteriorarse, especialmente cuando los viajes son largos.
Minimización del Uso de Conservantes Químicos: Al regular la atmósfera interna, se reduce la necesidad de añadir conservantes químicos, haciendo los alimentos más naturales y saludables.
Impacto Ambiental Positivo: Al reducir el desperdicio de alimentos, se disminuye la huella de carbono asociada con la producción, transporte y desecho de estos productos. Se estima que hasta un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierde o se desperdicia, por lo que tecnologías como MAP ayudan a minimizar este impacto.
Las bolsas de atmósfera modificada se utilizan en una variedad de productos, desde frutas y verduras frescas hasta carnes, quesos y productos de panadería. En el caso de la carne, una baja concentración de oxígeno ayuda a reducir la proliferación de bacterias patógenas, mientras que en frutas, como las manzanas y las fresas, las bolsas retardan la producción de etileno, que es responsable de la maduración.
El uso de bolsas de atmósfera modificada es una herramienta eficaz en la lucha contra el desperdicio de alimentos. No solo facilita el transporte y almacenamiento de productos frescos, sino que también asegura que los consumidores reciban alimentos de mayor calidad. Con el aumento de la conciencia ambiental, es probable que la adopción de esta tecnología crezca, beneficiando tanto a la industria alimentaria como al planeta.
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